A un año del fallecimiento del comandante Hugo Chávez

A UN AÑO DEL FALLECIMIENTO DE CHÁVEZ

Mucho se ha hablado en estos días sobre la situación de la República Bolivariana de Venezuela, pues ella en las últimas décadas ha promovido un cambio social y política que ha cambiado la vida del continente americano, nacida particularmente cuando el coro de las fuerzas imperialistas, fascistas y oligárquicas era muy poderoso, afectando seriamente un nuevo capítulo de la vida de la humanidad.
Sin duda que un hombre como Chávez fue de las cosas mejores que les ha pasado a los pueblos americanos, a pesar de su corta vida. También es cierto que en tiempos tan turbulentos de enorme violencia, y de incremento de la lucha de clases en el planeta, el imperialismo norteamericano y sus aliados de la OTAN, han hecho todo lo posible por desestabilizar países que estaban fuera de su órbita e intentar una hegemonía absoluta del mundo.No puede entenderse de otra forma lo que ha sucedido con la ex Yugoeslavia, Afganistán, Irak, Libia, Siria y ahora Ucrania donde un grupo de nuevos parlamentarios golpistas ya han desarrollado una iniciativa de ingreso de éste país a la OTAN.
La ofensiva militarista de las potencias capitalistas occidentales, se produce entre otras cosas por el alto
nivel de crisis económica que viven los países del capitalismo más desarrollado, donde crece la desocupación y los salarios y jubilaciones pierden día a día capacidad adquisitiva. Ello lleva a constantes “ajustes” de la supremacía política y militar de Estados Unidos, y la OTANpor el control del combustible fósil y los minerales más importantes para la industria.
La revolución bolivariana encabezada por Chávez es una de las fuentes mayores de petróleo y gas en el mundo, y entre otras cosas las fuerzas del imperialismo han diseñado varias fases de la contrarrevolución interna y externa en los estados mayores de varios países. Ya han fracasado varias veces, por la vía de la desestabilización violenta, y también por la vía electoral. Nunca hubo tantas elecciones que han ido consolidando el proceso político que hoy continúa el presidente Maduro, sin embargo el plan de desestabilización, de la ultraderecha intenta aprovechar las contradicciones existentes en la vida social y política, que recibe además fuertes apoyos exteriores de desestabilización, especialmente desde Estados Unidos.
Es notorio entonces que en estos días, la tensión mundial ha ido nuevamente en aumento, pues ahora también las fuerzas de la reacción pretenden instalar otra vez la confrontación civil en Venezuela.
También es necesario tener en cuenta, que la posición del gobierno de orientación socialista de Maduro, ha sido firme y ha contado con un enorme apoyo en materia de movilización popular, intentando una enorme prudencia política ante los desmanes de la contrarrevolución interna.
El imperialismo que no ha cambiado su naturaleza, violenta y terrorista, pretendiendo asentarse en todo el mundo destruyendo países y sembrando muertes con francotiradores, drones, y nuevas tecnologías para el espionaje de gobiernos, para llevar adelante sus planes.
Es necesario un nuevo orden internacional para poder desarrollar en paz a nuestros países, sin duda que es ello lo que pretenden frenar las fuerzas de la ultraderecha reaccionaria y fascista en Venezuela.